En fuga
Letra:
Mikie Rivera
Farasch López
Música:
Mikie Rivera
Un día de estos me van a atrapar
escapando de la paranoia de lo usual,
de seguro que alguien me va a delatar.
Y eso no me extrañaría porque aquí
todos sabemos que
el panóptico de esta ciudad
está en manos de unos voyeristas
que se excitan mientras vigilan frente al monitor;
y no me extrañaría que entre faldas de turistas,
estudiantes y vecinas me puedan ver a mí
en fuga hasta mi casa
archivando cada uno de los pasos
del camino de regreso,
palpándome el bolsillo, asegurándome que cargo
con la lista de las cosas que me faltan por hacer;
y es que tengo que ir a recoger el mundo decadente que dejé;
la memoria, el humo y los escombros del futuro que inventé
porque esta noche, de seguro
cuando asome la pupila por el ojo de la puerta
va a haber alguien esperando para rescatarme.
Quiero que todo esté en su lugar.
El Libro del Té, tu abrigo en la silla,
el sushi, el vino y la luz de afuera
alumbrándome el sofá.
Y la sangre libre,
navegando adentro.
La mesa parece un altar
y el aire es un abismo claroscuro
donde escribo los versos pa’olvidar.
Hay pedazos de sombras
que me inquietan y me aquietan.
Sospecho que esta tarde
alguien me pudo seguir
en fuga hasta mi casa
archivando cada uno de los pasos
del camino de regreso,
palpándome el bolsillo, asegurándome que cargo
con la lista de las cosas que me faltan por hacer.
Como cambiarle la ropa a la cama,
cuerpo vacío que habité,
recinto de noches perdidas,
escarcha del deseo que soñé
porque esta noche, de seguro
cuando asome la pupila por el ojo de la puerta
va a haber alguien esperando para rescatarme.
La vista me comienza a fallar
y el reloj tirano con sus líneas paralelas
marca lo hora de la soldad,
esta soledad que de tanto tiempo
a mi lado ya me sabe a compañía
regando mi casa ,
borrando de archivo cada paso
del camino de regreso
saqueándome el bolsillo, asegurándose de que quemo
cada una de las frases que pude haberte dicho.
Pero mañana será uno de esos días
en que me podré escapar,
y volveré a ordenar mi mundo
como quien hace un ritual,
porque mañana, de seguro,
cuando asome la pupila por el ojo de la puerta
va a haber alguien
esperando.