Un soplo de amor

 

- Mikie Rivera (20 de julio 2018)

Fuimos uno para dos.

Fuimos uno para amar.

Fuimos uno en la felicidad.

Un guiño de ojo en el retrovisor.

 

Yo miraba a la ventana.

Tú mirabas hacia mí.

Los dos mirando hacia la nada

y un silencio gritándonos el fin.

 

Mientras hundían la ciudad

el mentiroso y el traidor

fuimos separados por la incomprensión

y nos fueron tragando el miedo y la verdad.

 

Yo no sé quién comenzó

a comerse el mundo y esta ciudad.

Solo sé que a nadie le importó

y nos fueron rompiendo por la mitad.

 

Unos, bandera en mano gritaban “libertad”.

Otros tras su dinero desangraron la nación.

“En la unión está la fuerza” era una simple expresión

pues aquí la salvación sigue siendo algo individual.

 

Fuimos uno para dos

y como extraños nos tuvimos que mirar.

Algunas veces con un ojo en el reloj.

Otras veces en el hueco del cristal.

 

Se esfumaron nuestras ganas de seguir

y fuimos la sangre, la del perdedor.

Luego fuimos carne para el depredador

que nos fue mordiendo hasta morir.

 

Yo no sé quién comenzó

a comerse el mundo y esta ciudad.

Solo sé que a nadie le importó

y nos fueron rompiendo por la mitad.

 

Unos, bandera en mano gritaban “libertad”.

Otros tras su dinero desangraron la nación.

“En la unión está la fuerza” era una simple expresión.

Pues aquí la salvación sigue siendo algo individual.

 

Ahora somos uno y nada más.

Tú miras todo a nuestro alrededor.

Y mientras yo te escribo una triste canción

tú vas pensando que ya nada es inmortal.

 

Nadie nos va a pagar el pecio del dolor.

Nadie devolverá el tiempo que se perdió.

 

Y veo que en tu maleta llevas un mundo de recuerdos.

Y en nuestra mirada una señal de vida y sueños,

de inviernos y promesas, luchas y universos,  

algunos escombros y algo de temor.

 

Algunos escombros y un soplo de amor.

 

 (Con Carlos (Tato) Santiago al piano)